Ninguna obra publicada hasta hoy sobre Tarapacá tiene la rigurosidad de ésta, que reúne las observaciones y reflexiones de la comisión encabezada por Salas Lavaqui, enviada por el gobierno a la región en 1904, y que solo fue reeditada en 1908, tras la matanza de la Escuela Santa María. Posiblemente se trate, también, de la única publicación orientada a recoger testimonios transversales de todos los actores relevantes de Tarapacá, desde obreros hasta autoridades, creando la más completa visión de la sociedad regional presentada hasta la fecha. Considerando el impacto que causó en su época nivel nacional y en los posteriores debates parlamentarios que involucraron a Tarapacá, la obra marca un quiebre paradigmático en la estructuración del Estado en la región, al incorporar por primera vez, la opinión de sus residentes en la elaboración de futuras políticas públicas.